lunes, 10 de octubre de 2011

La ciencia de fabricar animales drogadictos

Así [The science of making drug-addcited animals] se titula un artículo de revisión que se acaba de publicar en la revista Neuroscience. Ya el "abstract" es bastante esclarecedor, empezando: <<La investigación de la drogadicción con modelos animales puede entenderse como una clase de psiquiatría al revés. Contrariamente a los clínicos, que buscan tratar a personas adictas para convertirlas en abstinentes, los investigadores buscan convertir animales sobrios en adictos a una droga con propiedades adictivas en humanos (...) Sorpresivamente, resulta que modelar el consumo compulsivo de cocaína en ratas es posible, si bien más difícil de lo que se pensaba. De hecho, parece que la resistencia a la adicción a la cocaína es la norma en las ratas. Como ocurre con los humanos consumidores de cocaína, solo unas pocas ratas son vulnerables a la adicción>>.

Bueno, el artículo es bastante denso como para analizarlo aquí, aunque sí me gustaría resaltar algunos de los datos más interesantes que aporta, algunos de ellos ya publicados previamente aquí:

http://www.plosone.org/article/info:doi/10.1371/journal.pone.0000698

La mayoría de las investigaciones en animales no ofrecen alternativas al consumo. En este caso, a las ratas se les da la posibilidad de tomar cocaína o una solución azucarada y las ratas invariablemente prefieren la solución azucarada, tanto ratas sin consumo previo como ratas previamente adictas. Solo, según los autores, de todas las ratas utilizadas en las series de experimentos realizados, que fueron 184, 16 se hicieron adictas, esto es, el 8,7%, más o menos lo mismo que ocurre en humanos. Lo interesante del caso es que esas 16 ratas tampoco dejaron de tomar azúcar, osea, que hacían a todo.

Es interesante encontrar lo difícil que es tratar de convertir en adictos a los animales de laboratorio y que la drogabusología al uso, tan pronta siempre a hacer extrapolaciones, en lo que a potencial de abuso se refiere, cuando los experiementos están bien diseñados, no lo hagan. La lectura es que, efectivamente, hay un porcentaje de animales que se hacen adictas, pero esto no quita para que no se "cuiden". Quizás debemos fijarnos más en aspectos psicosociales y dejar de lado la farmacología y su aparente poder de secuestrar las voluntades de los sujetos a la hora de explicar los hábitos compulsivos a drogas. Máximo tendiendo en cuenta que los circuitos cerebrales que las drogas activan para "secuestrar" la voluntad de los consumidores son los mismos que cuando se realizan otras actividades como escuchar música o se miran caras guapas

En este sentido, uno de los experimentos clásicos más interesantes al respecto fue el del famoso "rat park": primero se hizo adictas a la morfina a un grupo de ratas y después, a la mitad de ellas, se les metió en una especie de parque de atracciones para ratas que simulaba las condiciones de los ecosistemas naturales encontrándose, de nuevo, que la mayoría de las ratas se deshabituaba por sí misma de la morfina prefiriendo, de nuevo, consumir agua azucarada.

En definitiva, las razones por las que alguien se hace adicto a una droga seguramente son muchas y diferentes, pero parece cada día más evidente que las farmacológicas, esto es, sus efectos idisosincrásicos, son lo menos importante en esto.

6 comentarios:

  1. Empezaba a echar en falta sus excelentes post, TED

    Algo más sobre el parque de las ratas

    Bruce Alexander y el parque de las ratas

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  2. Ayer envié la entrada a menéame, pero no ha habido mucha suerte

    La ciencia de fabricar animales drogadictos

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  3. Un interesante comentario de Robert Heath (mad doctor que estuvo implicado en MK Ultra) sobre la diferencia entre ratas y humanos sometidos a electroestimulación. Otro clavo en el ataúd de quienes pretenden extrapolar sin más lo que ocurre con roedores a lo que nos pasa a los humanos -por ejemplo, Rafael Maldonado.

    «... We ask Heath if human beings are as compulsive about pleasure as the rats of Old's laboratory that self-stimulated until they passed out. "No," he tells us. "People don't self-stimulate constantly -- as long as they're feeling good. Only when they're depressed does the stimulation trigger a big response. There are so many factors that play into a human being's pleasure response: your experience, your memory system, sensory cues..." he muses.»

    The Orgasmic Brain

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    1. Hola DDAA,

      Perdona que no haya entrado este comentario tuyo último hasta hoy mismo. Tenía desactivada la opción de blogger de esperar confirmación del moderador pero blogger activó por su cuenta un antispam y hoy he visto que había dos mensajes (uno tuyo y otro de anónimo en otra entrada, que ahora iré a pedirle disculpas) en la bandeja de spam esperando confirmación! De todas formas el blog me hace cosas raras y he tenido que utilizar un ordenador diferente para poder contestar, porque no me deja acceder a los comentarios desde el mío. En fin... Mis disculpas por no haber visto que tu mensaje se había ido a la bandeja de spam. Saludos.

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